La casa ha comenzado a llenarse de hormigas y mi corazón de
gusanos transparentes, pero ella sigue fingiendo que no pasa nada. A estas
alturas, ni tenemos el palacio que soñamos alguna vez ni vivimos el amor de
cuento que nos habíamos prometido.
A veces dejo sobre la mesa mis calcetines agujereados o
pañuelos manchados de otro carmín. Pero ella sonríe, mueve la cabeza, los tira
a la basura para que dejen de existir y sigue tarareando mientras convierte las
patatas en langosta y transforma las lentejas en caviar.
Relato finalista en la semana 1 de la XI edición del concurso Relatos en cadena ( http://escueladeescritores.com/concurso-finalistas-rec-2017/) podcast (minuto 45)
Muchas felicidades Eva. Me ha encantado escucharte. El micro es muy bonito, a mi me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesicos muchos.