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jueves, 10 de mayo de 2018

Miradas sucias


Nadie sabe nada, pero todo el mundo opina. Aunque les falte vocabulario para nombrar las cosas, aunque carezcan de colores en la paleta para definir matices, aunque no tengan luz para entender lo que creen ver. No existe una ética infalible que justifique azuzar los perros a los que son diferentes o se salen de la media, a las supuestas ovejas descarriadas.
Por eso Clara traga bilis y se muerde el labio cada vez que un ignorante le cuelga  otra etiqueta más.  Ya son tantas y tan variadas que ha pensado clasificarlas y hacer una exposición. Las tiene manidas por causas originales, como  la de pésimo gusto por su  cómodo corte de pelo o de mala cocinera por hacer el cocido sin garbanzos. Las tiene extrañas, por su manía de ver el mundo de otro color. Las tiene típicas, de esas que provienen de celos absurdos y envidias malsanas; cuadriculadas, como las mentes que se las pusieron, estúpidas como sus motivos, pueriles, inadecuadas, arcaicas, humillantes. Injustas todas.
Clara sabe que solo le pesarán si cede a la tentación de enturbiar también sus ojos fijándose en ellas y, aunque a veces le duele el cuello de soportarlas, jamás agacha la cabeza.


Relato presentado a la cuarta convocatoria de Esta Noche te Cuento 2018, inspirada en la foto de Annie Leibovitz ( http://estanochetecuento.com/46-miradas-sucias/)